Proyecto realizado con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte
COLECTIVA
“LA MIRADA. Fotografías y collages.”
Del 20 al 31 de mayo de 2020. Solo en la web.
Artistas participantes: José Manuel Ballester, Carmen Calvo, Claudio del Campo, Sonia Espigares, Dalila Gonçalves, Sara Huete, Graciela Iturbide, Aitor Lara, Mara León, Gisela Loewe, Betsabeé Romero, Antoni Socías, Ignacio Tovar.
Artista invitado: Martin Parr
Observar, analizar, discurrir, registrar, imaginar, encontrar, emocionarnos… son prácticas que hacemos de forma inconsciente a cada momento.
De forma íntima y silenciosa, el fotógrafo utiliza situaciones y elementos cotidianos e incluso, a veces, banales y se los apropia a través del objetivo, congelándolos, ya sea en distancias cortas o preparando la escena como un cazador.
Nos cuenta la vida a través del gesto íntimo, a través de la contemplación y nos hace mirar hacia aquello que difícilmente nos atraería si no es por sus imágenes.
En esta nueva exposición virtual encontraremos una selección de fotografías y collages a través de los cuales los artistas nos invitan a la sorpresa. En unos casos, por el puro goce estético; en otros, porque reúnen visualmente lo que pocos se atreven a mencionar. Se trata de una invitación a la reflexión entre la realidad y la ficción, o a la búsqueda de la belleza, pero también a la nostalgia y a la indagación de los signos de la memoria.
En “LA MIRADA. Fotografías y collages”, cada fotógrafo nos desvela sus inquietudes, permitiéndonos ver el mundo desde otras perspectivas.
En esta ocasión el artista invitado es Martin Parr, el provocador renovador de la fotografía social: frente a la épica de los fotógrafos clásicos, él se centró en el absurdo de la vida cotidiana. Frente a la solemnidad del blanco y negro, él optó por los colores chillones. Y frente a la belleza academicista, él apostó por el feísmo irónico.
SOBRE LOS ARTISTAS
Artista invitado: MARTIN PARR. Surrey, Reino Unido. 1952.
Estudia fotografía en el Manchester School of Arts. Como proyecto de graduación realizó una maqueta de una típica sala de estar inglesa con su papel de pared de flores, un hilo musical estridente y un olor a perfume barato. Desde este momento tan temprano ya muestra el que será su tema recurrente: su relación de amor-odio con la clase media inglesa, su sentido del trabajo, de la familia y del humor.
Empezó a desarrollar su trabajo como fotógrafo a mediados de los años setenta. Sus primeras obras fueron siempre en blanco y negro, pasándose posteriormente al color ya hacia 1984. Son imágenes saturadas de color, impactantes, que no dan lugar a la idealización.
Su trabajo incide en el campo de lo antropológico y siempre con ciertos toques satíricos, características éstas que llegan a provocar en el espectador diferentes, y a veces contradictorias, reacciones emocionales. Sus últimos trabajos están siempre enfocados al estudio y representación de las miserias de las culturas, supuestamente desarrolladas, de su despersonalización e indiferencia.
Sus obras se pueden ver en diversos espacios públicos y museos como el Instituto de Artes de Gran Bretaña, Museo de Arte Moderno de Nueva York, Museo de Arte de Philadelphia, Museo de Arte Moderno de San Francisco, Los Ángeles, y Tate Modern de Londres, entre otros.
GRACIELA ITURBIDE. México DF, 1942
Graciela Iturbide es actualmente una de las figuras más significativas del panorama artístico internacional y un referente indiscutible para varias generaciones de fotógrafos. Su obra se caracteriza por imágenes que muestran una gran sencillez, donde retratar significa participar de la vida de las personas, así como del ritmo y calidez de su gente y tradiciones.
Su relación con la naturaleza en los trabajos realizados sobre jardines, el retrato como experiencia para acercarse a la gente, los objetos, el mundo femenino, las fronteras culturales indígenas y, por supuesto, los rituales de fiesta y muerte, constituyen los diferentes paisajes, siempre en blanco y negro, captados por su cámara: “La cámara y ser fotógrafo fue un pretexto para conocer al mundo. Salir a fotografiar es salir a buscar la sorpresa”.
Galardonada en 2008 con el prestigioso premio Hasselblad, en la actualidad su obra está plenamente reconocida tras una larga e intensa trayectoria en la que no han faltado premios, reconocimientos y exposiciones en las instituciones museísticas más relevantes a nivel mundial.
JOSÉ MANUEL BALLESTER. Madrid, 1960.
Su carrera artística comenzó en la pintura con especial interés por la técnica de las escuelas italiana y flamenca de los siglos XV y XVIII. A partir de 1990, empezó a conjugar pintura y fotografía.
Ballester no es un artista de arquitecturas, aunque la mayoría de sus obras suelen inspirarse en ellas. Es un artista de espacios, silencios y experiencias reflexivas. En cada composición el autor parece subrayar presencias que ya no existen, quizás ya se han ido, o aún no han llegado. Espíritus inquietos, escenarios metafísicos, vigías de nuevas fuentes de vida, últimas moradas.
Ha recibido, entre otros, el Premio de Pintura Francisco de Goya (2008), el Premio Nacional de Grabado (1999) y el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (2008). En 2010 le fue otorgado el Premio Nacional de Fotografía por el Ministerio de Cultura, por su trayectoria personal, por su singular interpretación del espacio arquitectónico y la luz y una renovación destacada en las técnicas fotográficas.
Sus obras forman parte de los fondos del Museo Reina Sofía, Museo Marugame de Arte Contemporáneo Español de Japón, IVAM de Valencia, Museo de Arte de Miami y Cisneros Fontanals Art Foundation de Miami, Central Academy of Fine Arts de Pekín, Patio Herreriano de Valladolid, 21 Century Museum de Kentucky, Museo Würth de Logroño, Fundación Telefónica, Museo Guggenheim de Bilbao y Fundación Coca-Cola, entre otros.
AITOR LARA. Baracaldo (Bizkaia), 1974.
Aitor Lara desarrolla un trabajo de retrato documental abordando cuestiones relacionadas con valores socioculturales, identidad y anonimato, sugiriendo un modo de interpretar la realidad contemporánea. Ha desarrollado proyectos en diferentes países profundizando en las dimensiones sociales y antropológicas de diferentes cultos religiosos, minorías sociales y sociedades secretas.
Su carrera profesional comenzó en 1999 cuando le fue concedido el Premio de Fotografía Juana de Aizpuru. Desde entonces ha sido galardonado con los más prestigiosos premios y becas, como la beca de investigación Ruy de Clavijo de Casa Asia (2004), el Premio Europa Multicultural de Médicos del Mundo (2008), el Premio OjodePez de Valores Humanos de PhotoEspaña (2014) o la beca de la Real Academia de España en Roma, AECID (2016). En 2018 sus fotografías inauguran el Foro Mundial sobre Violencias Urbanas, de United Nations Agenda for Sustaining Peace y United Nations Development Programme, en colaboración con National Geographic le encarga el proyecto Out of Africa Migrations.
Ha publicado varios libros, como Torre de Silencio, Maestranza y Ronda Goyesca. Además, cuenta con diversas publicaciones en NewsWeek, Financial Times, CNN, NBC, OjodePez o Vokrug Sveta.
CARMEN CALVO. Valencia, 1950.
Carmen Calvo es en la actualidad una de las artistas conceptuales más internacionales del panorama artístico español. Es Premio Nacional de Artes Plásticas 2013 y Académica de las Bellas Artes de San Carlos de Valencia.
Su obra puede contemplarse en los más importantes museos y colecciones públicas nacionales e internacionales como The Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York, EE.UU.), Fond National d’Art Contemporain. F.N.A.C. (París, Francia), Mie Prefectural Art Museum, (Tsu, Japón), Fundación Peter Stuyvesant (Amsterdam, Países Bajos), MNCARS (Madrid), IVAM (Valencia) o Artium (Vitoria), entre muchos otros.
A través de la fotografía y los objetos intervenidos, Calvo nos ofrece un ejercicio de presente y futuro, enfrentándose con determinación a tabúes sociales; la artista hace suyos los objetos después de intervenirlos. Del anonimato de estos objetos, de esas fotografías, surgen otras realidades. La autora los estudia y analiza hasta el punto de que, en muchos casos, con una leve intervención, el objeto inerte o la foto anónima se hacen próximos, familiares, con una carga de dramatismo o de comicidad que antes no existía.
MARA LEÓN. Aznalcázar, Sevilla, 1970.
Mara León es una fotógrafa conceptual, fotografía que ella define como “la supremacía de la idea del artista ante la obra materializada”. En su trabajo, de claro carácter performativo, emplea su propio cuerpo “como un reflejo”.
Un cuerpo que es a la vez frágil y resuelto; desvalido y firme en su singularidad.
Un reflejo, como si de un espejo se tratase, nos enfrenta el cuerpo solo y desnudo ante el mundo, sin compasión, mostrando las marcas que las experiencias dibujaron en la piel. Sin más observamos los residuos del pasado. El vértigo de la vida y sus realidades límites entre polos opuestos. Viajar a ese polo que no queremos pisar, enfrentar al espectador a sus conflictos más internos, más profundos y verdaderos, devolver otra realidad al que observa.
Ha recibido galardones como el Primer Premio en Concurso Internacional de Fotografía Alliance Française y Fundación Pilar Citoler (2013), el 3º Premio de Fotografía Fundación Enaire (2019) y la Mención Especial Nº 1 de Promoción Máster Internacional Fotografía Conceptual (EFTI, 2009). Sus fotografías se han expuesto en PHOTOESPAÑA 2011 y 2013, y en Bienal Pilar Citoler (2016), Círculo de Bellas Artes de Madrid, Galería Rafael Ortiz (Sevilla) o Galería Cero (Madrid), entre otras instituciones.
CLAUDIO DEL CAMPO. Sevilla, 1958.
Fotógrafo veterano, es reconocido por sus magníficos trabajos por encargo, generalmente de obras de otros artistas. No obstante, ahora nos desvela su faceta más personal e íntima, casi con carácter pictórico.
Tras toda una vida dedicada a la investigación de la fotografía y trabajando por encargo para captar el arte de otros autores, se nos revela como un extraordinario artista, con vocación de pintor. Sus instantáneas tienen la profundidad de las obras de un gran pintor clásico. En ellas no hay artificio, no hay posado, no hay artilugios, es todo real, no hay solemnidad. Así pasó y así lo cuenta. Da igual que los protagonistas de las fotografías miren, que sepan de la presencia de la cámara, el resultado siempre parece espontáneo.
Entre su interesante producción nos podemos encontrar con fotografías de ambiente familiar de rico cromatismo, con retratos extraordinarios en los que el retratado nos inquiere o con ambientes y paisajes con un tratamiento espectacular de la luz.
Su trabajo se ha podido ver recientemente en CICUS, Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (2020), Galería Rafael Ortiz (2019) o en la Avenida de la Constitución de Sevilla (2017).
GISELA LOEWE. Heidelberg, Alemania. 1957
Los trabajos fotográficos de Gisela Loewe (alemana de nacimiento, pero residente en Andalucía) exploran de forma contrapuntística de qué manera puede nacer, a partir de un orden del espacio formal y una profundidad del espacio perspectivo, una comprensión y una vivencia “profunda” del mismo lugar fotografiado, y aún más, qué experiencias humanas básicas –la metafísica vivible– pueden liberar de forma genuina los elementos arquitectónicos.
Para Loewe es importante descubrir esas imágenes que pasan desapercibidas para el resto, momentos fugaces que, pasada esa luz o ese detalle, o sin ese personaje en el fondo, dejan de tener sentido.
Ha presentado exposiciones individuales en espacios como Galería Rafael Ortiz (Sevilla) o Galería Edda Birchall (Flonheim, Alemania).
SONIA ESPIGARES. Sevilla, 1987.
Las fotografías de Sonia Espigares tienen la capacidad de unir al hombre con la naturaleza como un elemento más. Da igual su aspecto. El paisaje es tan amplio, tan absorbente, que asimila a los que deambulan por su espacio como si fueran parte de él.
Al ver sus fotografías viene a la memoria la pintura de Hopper, donde las figuras humanas parecen estáticas. Son como estatuas de una escena congelada. Sin embargo, estas fotografías no transmiten sensación de personajes aprisionados. Es el color, la luz, la sensación de que el mundo se ha parado un instante para dejarnos ver con parsimonia una escena ocurrida en un lugar ajeno, un segundo fugaz repleto de misterio que parece un fotograma aislado de una narración que no conocemos y debemos imaginar. Cada personaje, por insignificante que sea su papel en el encuadre, ocupa justo el sitio adecuado.
Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en diferentes instituciones públicas y privadas de Andalucía y ha participado en ferias como Estampa Contemporary o Summa Art Fair (Madrid), entre otras.
BETSABEÉ ROMERO. México DF, 1963.
Utilizando materiales muy especiales, como llantas de automóvil o los propios coches, en los que pinta figuras o crea ilustraciones conceptuales, la obra de Betsabeé Romero se propone una restauración de aquellos símbolos mágico-espirituales que pautan una tradición devocionaria en México recurriendo para ello a emblemas de identidad territorial.
La diversidad y riqueza de sus referencias, el contexto que las informa (sea global o local) y el proceso participativo en que surgen hace que la obra de Betsabeé Romero sea actual, pero también atemporal. Posee el sello de esos artistas que transforman no solo la Historia del Arte, sino también la de las sociedades en las que lo producen.
Su obra se encuentra presente en importantes colecciones de museos como MFA Houston (USA), The Toledo Museum of Art, Ohio (USA), Gelman Collection. Cuernava (México) DAROS Latin America AG. Zurich (Suiza) Sun Valley Center for the Arts (USA) FEMSA Difusión y Fomento Cultural AC, Collection (México), Museo de Portoalegre (Brasil) MUCA. Nacional University (México), Ministry of foreign Affaire Art Collection (México).
DALILA GONÇALVES. Castelo de Paiva, Portugal. 1982
Es licenciada en Artes Plásticas y Máster en Enseñanza de Artes Visuales (2009) por la FBAUP y la FPCEUP (Universidad de Oporto 2009).
A partir de un juego experimental, Dalila Gonçalves nos muestra la permeabilidad entre las materias y procesos de la práctica artística y las vivencias cotidianas.
A través de la utilización de herramientas como la instalación, la fotografía o la cerámica, la artista concibe objetos que no siempre implican una transformación real de las cosas, sino que, en muchos casos, se concretan simplemente en un uso inesperado, irónico, absurdo o metafórico de la materia. Por la sutileza de la información utilizada, por la naturaleza de los materiales o a través de su aparentemente sencillo modus operandi, la artista juega también con la propia “percepción” y con la idea de “evidencia”.
Ha realizado residencias en el Programa KulturKontakt, Viena, Austria (2017); en la Residencia Inclusartiz, Río de Janeiro (2014); en la Residencia Pivô- Arte e Pesquisa, São Paulo (2018) y en la Fundación Marso, México DF (2020), entre otras.
Expone regularmente en instituciones y galerías en diferentes países de Europa y Sudamérica, países en los que está representada en colecciones públicas y privadas.
ANTONI SOCÍAS. Inca, Mallorca, 1955.
Antoni Socías es un artista que trabaja con infinidad de técnicas, materiales, concepciones y maneras de ver y entender el hecho artístico, con un lenguaje variado en el que la fotografía convive con la pintura, el dibujo o el collage. Su obra plantea un compromiso por encima de la mera circunstancia estética. Es irónico y amargo, destructor y edificador, cuerdo y desequilibrado, veloz y triste, agresivo y tierno. En cada nuevo trabajo suyo encontramos un más allá, un más lejos y más profundo, si cabe.
Para entender su obra, debemos tener antes la voluntad de trazar una línea divisoria entre lo que es el arte y el mundo del arte, porque esa frontera ha sido el motor y el principio ético de este trabajo.
Reflexionar a conciencia sobre nuestras propias acciones y actuar en consecuencia una vez detectadas las insuficiencias de nuestro sistema individual de comportamiento, ayudarían sin duda a mejorar el entorno en el que nos movemos.
Socías ha realizado numerosas exposiciones por toda España y por Alemania, USA, Japón y México, y fue el representante español en la XXIV Bienal Internacional de Sao Paulo (Brasil). Su obra está presente en importantes colecciones como la de MNCARS (Madrid), Artium (Vitoria) o Fundación Juan March, entre muchas otras.
SARA HUETE. Santander, 1958.
Sara Huete es licenciada en Filosofía, aunque muy pronto decidió dedicarse al mundo del arte. Utilizando la técnica del collage, combina imágenes, objetos y palabras e incluso, a veces, frases hechas, que se incorporan como un elemento más a la obra y que le dan a ésta su sentido. El predominio del humor y la imagen femenina son característicos en su obra.
Sus obras claras, diáfanas, de ejecución impecable y de un indiscutible resultado estético, nos abren un abanico de sugerencias, transportándonos a un mundo misterioso y poético.
Ha realizado exposiciones individuales y colectivas a nivel internacional y nacional, y sus trabajos están presentes en museos de Madrid, Santander y en la Colección Testimoni de la Caixa, entre otros.
IGNACIO TOVAR. Castilleja de la Cuesta, Sevilla. 1948
Hace casi una década, Tovar, pintor abstracto, empezó a fotografiar bodegones. Anteriormente ya había acudido a la fotografía, pero siempre como ayuda para guardar imágenes que le podían servir para su pintura. Ahora quería retratar flores, como veía que hacía Robert Maplethorpe. Quería modelos estáticos, donde poder cambiar elementos y esperar a que las condiciones de la luz le resultaran sugerentes.
Poco a poco se ha ido decantando por sus verdaderas influencias, artistas con los que ha aprendido a mirar, desde Zurbarán y Sánchez Cotán hasta figuras recientes como Morandi, Carmen Laffón o Teresa Duclós, todos coincidentes en la sobriedad. En sus visitas a Paris Photo, descubrió la obra de Laura Letinsky, exquisita fotógrafa cuya visión le animó a trabajar en firme.
En sus instantáneas de la serie “Bodegones” emplea luz natural y su mayor interés es que en un momento dado, se cree un clima especial al incidir ésta sobre los objetos puestos sobre la mesa, respetando los ritmos de la naturaleza.
Sus creaciones se han podido ver en numerosas galerías y museos españoles, y sus trabajos forman parte de colecciones como las del Museo de Arte Abstracto Español (Cuenca), el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), la Fundación Caixa de Pensiones (Barcelona) o la Biblioteca Nacional (Madrid), entre otras.