Proyecto realizado con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte
COLECTIVA
“LES PETITES CHOSES. Pinturas.”
Solo en la web www.galeriarafaelortiz.com
Artistas participantes: José María Baez, Jaime Burguillos, Miguel Ángel Campano, Luis Claramunt, Teresa Duclós, Equipo 57, Carmen Laffón, Miki Leal, Nico Munuera, José Miguel Pereñíguez, Inmaculada Salinas.
Artista invitado: José Guerrero.
Para cerrar este ciclo de exposiciones virtuales, en esta cuarta y última entrega de “arte en confinamiento” vamos a hablar de pintura.
Conformada por una docena de piezas, el título de la muestra –“Les petites choses”– no lo relacionamos aquí con los formatos, aunque abunden los tamaños reducidos. Esa aludida pequeñez nos habla de lo íntimo, de lo difícil de explicar, de esa emoción que nos producen algunas obras que se llegan a relacionar, misteriosamente, con nosotros. Son delicias para los sentidos, son obras que llegan a tocar nuestra fibra más sensible y nos conmueven de forma callada. Al menos esa es nuestra intención con esta exposición.
El artista invitado en esta ocasión es José Guerrero. El granadino (1914-1991) es uno de los grandes artistas españoles de la generación de los cincuenta. Conoció de primera mano el expresionismo abstracto americano, movimiento que adoptó, reflejando su obra una enorme fuerza y un sentido exquisito del color. En el año 2000, y a partir de una donación de la familia, la Diputación de Granada crea el Centro José Guerrero, museo dedicado a este gran artista.
Hasta aquí, este ciclo de muestras online. Nosotros, por nuestra parte, seguiremos con nuestro afán de encontrar nuevos caminos desde la creación y nuevas formas de comunicación. Toda esta situación vivida nos hará crecer en el conocimiento y avanzar en nuestra forma de relacionarnos: más distancia física y, al mismo tiempo, más cercanía emocional.
SOBRE LOS ARTISTAS
JOSÉ MARÍA BAEZ. Jerez, Cádiz. 1949
Artista jerezano residente en Córdoba desde 1960, fue Beca Nuevas Formas Expresivas del Ministerio de Cultura en 1980 y ha obtenido los premios Navarra de Pintura 1995 y Martínez Guerricabeitia 1994 entre otros.
Con una trayectoria coherente en la que encontramos ejercicios continuos ahondando en la profundidad y el misterio del color, la obra de José Mª Baez encaja plenamente en lo que podemos definir como tradición pictórica moderna. Su obra parte de la osadía de aceptar, cuando todo nos supera y desborda, algo tan vigoroso y al mismo tiempo tan elemental como las fluctuaciones del color que inciden sobre nuestra retina, evocándonos anhelos y sensaciones naturales. La imagen así, no se despoja de cargas sino todo lo contrario: retiene al espectador reclamando un tiempo de recepción.
Su obra, presente en importantes colecciones nacionales, se ha mostrado en numerosas exposiciones en España y Francia y ha realizado muy diversas intervenciones en espacios públicos, entre las que cabe destacar la intervención mural efímera realizada en el Claustro del Centre del Carme, IVAM, en Valencia así como la intervención en el Puente Romano en Córdoba.
JOSÉ GUERRERO. Granada, 1915- Barcelona, 1991
Con José Guerrero el arte español establece una de sus más estrechas conexiones con el panorama artístico internacional, en particular con el Expresionismo Abstracto norteamericano. Su marcha a Nueva York en 1950, tras haber pasado por Roma y París (1948-1949) responde a la búsqueda del escenario donde el arte moderno tiene lugar.
Su integración en el ambiente artístico estadounidense hizo que fuera abandonando progresivamente las referencias orgánicas en sus trabajos, al mismo tiempo que en ellos iba apareciendo el trazo más gestual y las grandes manchas de color y entre ellas el negro, como color fundamental. Tanto es así, que en 1958 presenta su tercera exposición individual en N.Y. bajo el título The Presence of Black. En 2014, para conmemorar el centenario del nacimiento del pintor, en el Centro José Guerrero de Granada se hace una exposición con el mismo título, comisariada por Yolanda Romero, y que recoge la etapa americana de este autor.
Las obras de Guerrero forman parte de colecciones como las del Museo Guggenheim de Nueva York, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, entre muchos otros. En Granada, existe un centro de arte que lleva su nombre, con fondos pertenecientes a la colección familiar, cedidos a la Diputación de Granada.
JAIME BURGUILLOS. Sevilla, 1930-2003
Jaime Burguillos, uno de los máximos representantes de la abstracción española, dedicó toda su vida a la pintura. Su obra forma parte de importantes colecciones, como las del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, el Centro Nacional de Arte Reina Sofía, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Banco de España y las fundaciones Juan March y La Caixa.
Desde que a mediados de los sesenta Jaime Burguillos adoptara la abstracción, toda su obra será una continua variación sobre el mismo tema y casi el mismo cuadro: la pura emoción de la pintura reducida a sus elementos esenciales (color, luz y espacio). En cada cuadro suyo suele predominar un color y son las alternancias en los tonos del mismo las que otorgan vibración al espacio; un espacio rítmico y contrapuntístico intensificado por la luz que desprende esa riqueza de las mínimas pero intensas interacciones del color en el color.
CARMEN LAFFÓN. Sevilla, 1934
La obra de esta artista sevillana, pero estrechamente ligada a Sanlúcar de Barrameda, aborda en su esencia y plenitud los paisajes que le son más cercanos y los afronta con una originalidad indiscutible. Descubridora de la belleza en lo más insospechado y con un discurso personal e inconfundible, Carmen Laffón es capaz de emocionarnos a través del color o de su ausencia y de las sugestiones de la materia. En sus bodegones introduce el tiempo, no sólo como reflexión sobre el devenir, sino también como ofrenda de su actuación sobre la naturaleza.
Premio Nacional de Artes Plásticas en 1982, recibió la Medalla al Mérito de las Bellas Artes en 1999 y en el año 2000 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su obra está presente en colecciones como MNCARS (Madrid), Banco de España, CAAC (Sevilla), entre otras.
MIGUEL ÁNGEL CAMPANO. Madrid, 1948-2018
Después de unos comienzos vinculados al automatismo, hacia 1973 su pintura entra en el ámbito de la abstracción geométrica, bajo la influencia de los artistas de Cuenca, como Gerardo Rueda y Gustavo Torner. Una vez establecido en París, en 1976, abandona los rígidos esquemas geométricos por una abstracción gestual, en la línea del action painting. En los años ochenta su estilo se dualiza: por un lado práctica una pintura abstracta de mayor simplificación y despojamiento y, por otro, una pintura de naturalismo extremo. Apasionado por la historia de la pintura, su obra se organiza en series que hacen referencia a pintores de la tradición moderna, como Delacroix o Cézanne, o al clasicismo de Poussin: (Por la ruta de Cézanne, Los náufragos, El divino y Ruth y Booz). En esta misma línea, reinterpreta el cubismo en bodegones y paisajes mallorquines. En sus últimas producciones, su pintura evolucionó hacia un mayor despojamiento formal y cromático.
Miguel Ángel Campano fue considerado desde los años ochenta como uno de los protagonistas de la revolución pictórica española. Obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1996. En 2019-2020 se ha podido disfrutar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía una gran retrospectiva de su obra. Numerosos museos, fundaciones y colecciones cuentan con obra suya, tanto privados como públicos, nacionales y extranjeros.
MIKI LEAL. Sevilla, 1974.
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, vive y trabaja a caballo entre Madrid y Sevilla. De rica y compleja iconografía en la que referencias a la literatura, música y cine son una constante, su combinación nos lleva a sumergirnos en nuestros propios recuerdos, en nuestras más profundas vivencias y, quizás por profundas, no conscientes. La suya es una mirada irónica y distanciada, que aprovecha determinados estímulos para construir una poética cercana al paraíso personal.
En sus pinturas son característicos el uso del papel como único soporte y el recurso de lo acuarelable.
Cuenta en su haber con importantes galardones como el Premio BMW de Pintura (2016) o el de la Bienal Martínez Guerricabeitia (2014) y sus obras forman parte de colecciones como MNCARS (Madrid), CAAC (Sevilla), Artium Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo (Vitoria), Patio Herreriano (Valladolid) o, Hangar 7 de Salzburgo (Austria), entre muchas otras.
LUIS CLARAMUNT. Barcelona, 1951–Zarautz, 2000.
Artista autodidacta, optó por el art brut, el neoexpresionismo y las transvanguardias de los ochenta, corrientes en las que profundizó mediante su amistad con los alemanes Martin Kippenberger y Albert Oehlen. Aunque comenzó su trayectoria en los años 70, ganó reconocimiento a partir de 1984, cuando se trasladó a Sevilla y luego a Madrid.
Claramunt nada a contracorriente, tanto su vida como su obra se basan en el anacronismo. Mientras los artistas de su generación abrazan el arte conceptual y politizado, él se centra en la pintura y el dibujo como forma de dar cuenta de la realidad.
Su obra forma parte de colecciones públicas como Museo de Bellas Artes de Álava, Colección de Ministerio de Cultura (Madrid), Fundación AENA, Colección del Consejo Superior de Deportes (Madrid) o Banco de España, entre otras. El MACBA (Barcelona) le dedicó una importante retrospectiva en 2012.
NICO MUNUERA. Lorca (Murcia), 1974
Posiblemente nada de lo que digamos pueda representar lo que Nico Munuera quiera expresar en sus campos de color; simplemente podemos hacer conjeturas utilizando lo incierto de la palabra frente a la concreción física del soporte. Pequeños acontecimientos aparentemente sin importancia que nos provocan inquietud. La reducción del mundo a una pequeña parcela plana que tiene el poder de trasladarnos a un extremo del abismo. Belleza sublime y honda de un color que se expande y nos traslada al campo de lo no razonable.
Su obra promete siempre un baño de clama, una invitación a la reflexión, y una apuesta por el enigma, los recuerdos y la contemplación pausada de la vida que se nos escapa. Sus creaciones propician que el espectador sin prisas pueda adentrarse en territorios apenas esbozados de insinuada belleza y notable fuerza.
Está representado en diversas e importantes colecciones públicas como la colección del Banco de España, Patio Herreriano (Valladolid), Colección La Caixa o Fundación Helga de Alvear, entre muchas otras.
TERESA DUCLÓS. Sevilla, 1934.
Teresa Duclós, una de las participantes, junto con otros artistas de su generación, en la creación de la Galería La Pasarela de Sevilla, es una de las figuras claves del realismo lírico sevillano. La naturaleza es la protagonista en los lienzos de Duclós, en los que nunca aparecen figuras humanas. En su producción artística destacan los bodegones y los paisajes de tonos suaves, que recogen un sueño más que una realidad.
En los cuadros de Duclós, queda la sensación de que el tiempo se ha parado, o de que avanza más lentamente que el del reloj. Su pintura de caballete es una demostración de la pervivencia de los modos de expresión que, como los mitos clásicos, traspasan los tiempos porque están vivos. Como los cantaores flamencos o los toreros, que no se plantean crear nuevos cantes o nuevas suertes, sino ahondar en lo ya aprendido para hacerlo propio, su objetivo parece ser el de interpretar las formas clásicas, añadiendo su carácter personal hasta hacerlas tan suyas, que lleguen a tener el temblor de una cosa viva recién creada.
Su obra está presente en importantes colecciones institucionales, como Fundación Luis Cernuda (Sevilla), Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Daniel Vázquez Díaz (Nerva, Huelva), Museo de Arte Contemporáneo de Cáceres, Colección Banco de España (Madrid), Colección Universidad de Sevilla, entre otras.
JOSÉ MIGUEL PEREÑÍGUEZ. Sevilla, 1977.
José Miguel Pereñíguez aborda su obra desde esos aspectos de la representación que, en principio, se escapan. El artista se nutre de la cultura, ya sea de la música, del teatro, de la arquitectura, de la etnografía… y a partir de ahí, reinterpreta episodios históricos de una manera inteligente, reivindicando en su realización lo artesanal.
Pereñíguez recurre a referentes históricos y culturales que reconstruye, reproduce, deforma, desmiente o celebra a través de una incesante labor en el taller que constituye la base de su trabajo.
José Miguel Pereñíguez es licenciado en Bellas Artes, con la especialidad de Pintura, por la Universidad de Sevilla. A lo largo de su trayectoria ha sido galardonado con diferentes becas y premios, como la del proyecto Generación de Caja Madrid en 2006, la Beca -Premio Velázquez de Pintura (Ministerio de Cultura, 2007), el Premio Lissone en 2010, la Beca Daniel Vázquez Díaz de la Diputación de Huelva en 2015 o el I Premio Cervezas Alhambra (2017), siendo considerado como uno de los grandes valores emergentes del arte español.
Sus obras forman parte de importantes colecciones públicas y museos, como Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Patio Herreriano, Fundación Coca Cola, CAC Málaga …
EQUIPO 57
Juan Cuenca. Puente Genil, Córdoba. 1934.
Ángel Duarte. Aldeanueva del Camino, Cáceres 1930- Sion, Suiza, 2007
José Duarte. Córdoba, 1928- Madrid, 2017
Agustín Ibarrola. Bilbao. 1930.
Juan Serrano. Córdoba. 1929.
La formación de este grupo, creado en 1957 y que perdura hasta 1962, aunque su disolución oficial se realiza en 1966 mediante una exposición en Berna (Suiza), es un hito en la historia de la modernidad artística en España. El Equipo 57 se situó en una línea experimental decantándose por una cierta interdisciplinariedad que hiciera coincidir la investigación artística y científica. En las obras del Equipo se percibe un anhelo por alcanzar la esencia del espacio, por superar los límites físicos y emocionales de la propia obra. Aunque la actividad artística del Equipo fue corta, su presencia en el mundo del arte es constante hasta la fecha.
Equipo 57 ha recibido importantes premios y reconocimientos, entre ellos, la Medalla de Honor de la Ciudad de Córdoba, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por el Ministerio de Cultura y el Premio Pablo Ruiz Picasso, otorgado por la Junta de Andalucía. Su obra está presente en los más importantes museos y colecciones públicas nacionales e internacionales.
INMACULADA SALINAS. Guadalcanal, Sevilla, 1967.
Artista y licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, realizó su primera exposición individual en 1996 y a partir de entonces han sido numerosas las exposiciones en las que ha participado tanto en España, Portugal y Alemania, así como en diversos países de Sudamérica: Colombia, México … Su obra está presente en importantes colecciones como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) o CAAC (Sevilla), entre otras.
Inmaculada Salinas considera que es su deber como artista provocar la reflexión sobre el mundo que le rodea. Y se cuestiona, ¿puede incitar a eso la hoy mal llamada pintura ensimismada? Frente a tanto grito hueco, vacío, anodino, integrado e institucionalizado, ¿puede acaso, el reflejo de un simple ritmo, el silencio, incluso el gesto suicida o la huida de lo imperante, hacer reflexionar? O ¿simplemente, lo dejamos pasar como algo “inútil”?
Afirma que quizás es en el momento de las preguntas cuando la vida llega a tener más sentido. Para Inmaculada oír la voz tiene que ver con algo más profundo que el sonido. La voz es presencia, por eso en sus últimas propuestas pone en funcionamiento una red capaz de recoger y analizar las ausencias y presencias y junto a ellas sus cualidades.